donde cada componente está interconectado. Entendemos el cuerpo como un terreno biológico: un sistema cohesivo que abarca dimensiones físicas, mentales, emocionales y energéticas, todas influenciadas por el entorno que lo rodea.

La Teoría del Terreno guía nuestro enfoque hacia la recuperación de la salud. En lugar de atribuir enfermedades a patógenos externos, nos centramos en restablecer el equilibrio dentro del terreno. Los microorganismos prosperan en ambientes desequilibrados, pero no pueden prosperar en un cuerpo sano y bien mantenido. Reconocemos que nuestro entorno impacta profundamente nuestro bienestar.

Nuestra filosofía enfatiza que cualquier desequilibrio que experimentemos está íntimamente ligado a nuestra relación con nuestro entorno.

No sólo estamos compuestos de piel, huesos y sangre, sino que también somos parte integral del aire, el suelo y la tierra.ra.